viernes, 23 de septiembre de 2011

Aprueban proyecto turístico Zafiro, en Chamela.


La Semarnat autorizó el 7 de septiembre un proyecto turístico en Chamela que se denomina Zafiro, abarcando 910 hectáreas, a pesar de las serias observaciones a su impacto ambiental. El proyecto privatizaría algunas playas.

Al igual que hace cuatro años, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la creación de infraestructura turística en la zona de Chamela, en La Huerta, aun contra de los argumentos científicos del Instituto de Biología de la Universidad Nacional de Autónoma de México, del Comité Técnico Asesor de la Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala, y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.



El proyecto autorizado el 7 de septiembre por la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat se le denomina Zafiro, abarca 910 hectáreas de las cuales se aprovecharán 259 para áreas residenciales, un hotel, restaurantes comercios, clubes de playa y otras instalaciones, donde los promotores pretenden invertir 450 millones de dólares.

Zafiro contempla además un campo de golf que, según la misma Semarnat, se instalará a pesar de no cumplir con la prohibición expresa de este tipo de espacios, indicada en el Ordenamiento Ecológico Territorial de la costa de Jalisco.

La prohibición de campos de golf, al menos en esta zona, tiene sustento en el elevado consumo de agua que requiere su mantenimiento, así como la necesidad de aplicación de pesticidas y fertilizantes, situaciones que ponen en riesgo la diversidad biológica de Chamela, considerada como una de las 100 zonas más biodiversas del planeta por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).
“Se observa que la construcción de los hoyos 3, 4, 5, 14, 15 y 16 del campo de golf a realizarse en la Unidad de Gestión Ambiental Ff3022 sería contraria ala estrategia planteada por el criterio ecológico Tu37 que señala expresamente ``Se prohíben los campos de golf`, siendo incompatible esta obra en la unidad (territorial) antes citada”, observó en su momento la Dirección General de Política Ambiental e
Integración Regional y Sectorial de la de Semarnat.

Pero la misma oficina de la dependencia federal justificó el incumplimiento, según consta la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Argumentó mediante un escrito a la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental que “considerando que la ventana Chamela – Careyes, escala 1:50000 permite un mayor análisis de la región, esta Dirección General (de Política Ambiental) concluye que el proyecto es congruente con el Programa de Ordenamiento Ecológico de la región denominada ‘Costa Alegre’, vigente en la región”.

Tampoco Zafiro cumple con lo señalado en la Norma Oficial Mexicana-022-Semarnat-2003 que establece las especificaciones para la conservación, aprovechamiento sustentable y restauración de los humedales costeros en zonas de manglar, ya que el campo de golf no se ubica a menos de 100 metros del Estero Chamela, lo cual también es reconocido en la autorización emitida por la Semarnat el 7 de septiembre, que se puede consultar en la página de Internet de la dependencia federal.

Zafiro viene a sustituir a dos proyectos colindantes que no lograron realizarse: Tambora, de Operadora Chamela, y Banyan Tree Chamela, de México Inversiones,  ubicados dentro del polígono de la Reserva de la Biosfera MAB- UNESCO, designada como por la Organzación de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura el 27 de octubre de 2006, a petición del Gobierno de México.

A Tambora se le autorizó su cuestionada Manifestación de Impacto Ambiental un mes después del nombramiento de la zona como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, pero no obtuvo la autorización de desmonte de la selva baja caducifolia de la zona, esto es, el permiso de cambio de uso de suelo que también se requiere para iniciar las obras de construcción, por lo que el proyecto se canceló.

Banyan  Tree Chamela no completó la tramitología ante las deficiencias contenidas en la Manifestación de Impacto Ambiental presentada en su momento por la empresa promotora, México Inversiones.
Parte de la justificación de Zafiro para que la Semarnat autorizara el proyecto es que si bien abarca 910 hectáreas, una superficie de 236 hectáreas serían otorgadas para sumarlas a otra herramienta de protección del ecosistema, que es la Reserva de la Biosfera de Chamela Cuixmala, decretada como tal el 30 de diciembre de 1993 por el Gobierno federal.

A pesar de esta justificación, en las 236 hectáreas de aprovechamiento del suelo se desmontará en su mayor parte vegetación de tipo selva baja caducifolia, el ecosistema más amenazado en el continente americano, además de vegetación de tipo selva mediana subcaducifolia, de dunas costeras, además de vegetación halófita.

Privatización de playas


El proyecto se ubicará entre el kilómetro 61.5 al 64 de la carretera federal 200 Melaque – Puerto Vallarta, frente a la zona de litoral del Santuario que protege diversas islas de Chamela. Zafiro abarca una superficie de acantilados y cinco playas, que según la Manifestación de Impacto Ambiental elaborada por la empresa promotora son las playas de Chamela, María Virgencita, Negritos, Negrita y Virgen.

Luego de una serie de observaciones hechas a la MIA, la promotora aceptó que permitirá el acceso a tres, que en el documento identifica como Las Rosadas, La Negra y Virgencita, nombres que, si bien se parecen, no son los mismos a los mencionados en primera instancia en el expediente que maneja la Semarnat.

Lo que prácticamente será un hecho es la privatización de las playas Virgencita y Negritos, de acuerdo a los mismos gráficos en la MIA del proyecto, ya que quedarán ubicadas en el límite de lo que serán zonas residenciales unifamiliares, por lo que en un supuesto imaginario los turistas tendrían que entrar al exclusivo proyecto turístico Zafiro para llegar a disfrutar de las playas que deben ser públicas, según la normatividad federal vigente.

En la página 32 de la autorización de Semarnat, se incluye una mención de los promotores de Zafiro que advierten de una regularización de los asentamientos que existen en las playas que denominan “Felicillas (La Virgen) y Rosada cuyas palapas / restaurantes no cuentan con los más elementales servicios e incluso vierten sus desechos al Estero Chamela y/o directamente al mar”, lo que presume una expulsión de las personas que ahora realizan actividades en esas playas.

¿Dónde se aprobó Zafiro?


* En Chamela Cuixmala, zona considerada una de las 100 regiones más biodiversas del mundo, de acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)
* Dentro de la Reserva de la Biosfera MAB – UNESCO Chamela Cuixmala, reconocida como tal el 27 de octubre de 2006
* Dentro de una de la zona terrestre prioritaria para la conservación denominada Chamela – Cabo Corrientes, de acuerdo a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
* Junto a la Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala, denominada como tal por el Gobierno de México el 30 de diciembre del año 2003 en el Diario Oficial de la Federación.

Nombres detrás de Zafiro



La posibilidad de que se edifique Zafiro con un presupuesto de 450 millones de dólares, implicó la unión de diversos empresarios que apoyaron ya sea con terrenos o con financiamiento el proyecto arquitectónico elaborado por OBM Internacional, un despacho que se encarga de proyectar complejos turísticos de lujo en todo el mundo, empresa que tiene su sede en Florida.

La elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental estuvo a cargo de Especialistas Ambientales S.A. de C.V. creada en marzo de 1998 por Víctor Lichtinger, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de 2000 a 2003, en la primera mitad de la presidencia de Vicente Fox Quesada. Los otros dos socios fundadores de la empresa son José Antonio Ortega Rivera, quien firma como el responsable de la MIA de Zafiro, y Rodolfo Lacy Tamayo, quien fuera coordinador de asesores en la Semarnat.

Otro de los personajes que aparece en la manifestación de Impacto Ambiental como consultor de Zafiro es Héctor Valdovinos Gutiérrez, quien despacha en Avenida Hidalgo 1434 Cuarto Piso, en Guadalajara, esto es, en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Rural como Director de Sustentabilidad.

El funcionario que firmó la autorización a Zafiro se llama Eduardo Enrique González Hernández, Director General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, y quien fuera Director de Verificación Normativa en la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de Jalisco durante la administración de Francisco Ramírez Acuña. A la llegada de Martha Ruth del Toro a Semades, prefirió emigrar a la Ciudad de México.

Fuente: http://www.tomatlanonline.com

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